Las primeras impresiones

Llevamos un poco más de ocho días en España, la bienvenida ha sido como me la habían platicado, la gente de por acá ha sido muy amable y cariñosa. Hace un par de días caminando sobre la calle y con Brunito de la mano (Sofía está ya en el colegio), una señora se detuvo a saludar a Brunito, le dijo algunas cosas que no entendí y le pidió un beso, Brunito se lo dio y ella se fue muy contenta. Hasta el momento, la gente aunque no te conozcan te contestan cualquier cosa con muchas amabilidad y familiaridad, cómo no va uno a sentirse rápidamente familiarizado. Pero esto no es Madrid, es León, y será León no se por cuanto tiempo, por lo pronto estoy disfrutando su historia, su comida, sus hermosos lugares y a su gente.
Hablando de lugares hermosos el domingo conocimos Gijón, es curioso, pero el mar que conocieron mis pequeños brotes no fue de México, no tuve tiempo de llevarlos antes de venir a España, así que han tocado las frías aguas de la Costa Verde del mar Cantábrico y nos ha mojado una ola a modo de bienvenida.

Quizá le deba a Bruno Unna no sentirme como inmigrante, él nos ha estado arando el camino, solo falta llenar nuevamente la copa y perdonarnos mutuamente, empezar de nuevo.

Creo que es un buen lugar para que crezcan los críos, tomar lo mejor de los dos mundos para hacer buenos seres humanos.