lunes, junio 25, 2007

¡Ya no quiero ser pilota ni vaquera!


Estas fueron las palabras que me dijo ayer Sofía, lo que me resultó realmente sorprendente fue que dijo que quería ser bióloga. Apenas va a cumplir 5 años, pero muchos de los hijos de biólogos odian la profesión de los padres, en este sentido me siento afortunada, pues le gusta lo que le explico acerca de la naturaleza, disfrutaba pasear en el Jardín Botánico de la UNAM, y ahora ver los peces y las plantas en el parque del Chantre. Solo espero poder hacer que entienda que más importante que la belleza es poder combinar la inteligencia con la disciplina, sin olvidar la bondad y la gratitud.

3 comentarios:

Bruno Unna dijo...

¡Todavía tiene salvación! Tengo que hacerle ver la belleza de la ingeniería, de la técnica, de las computadoras, cuanto antes. :-D

Azul Maheswari dijo...

Guiada por los pasos de una Bióloga de calidad, estoy segura que se convertirá en una tan buena como la madre!!!

Martha Irma Muñoz Rocha dijo...

Wow!!!. Cómo los extraño!!!...Esa niña es simplemente genial